Representa a la Santísima Virgen en actitud dolorosa, por el sufrimiento de la Pasión de Cristo. Es una imagen de candelero con el cuerpo inclinado hacia adelante, en actitud itinerante. Tiene su cabeza levemente inclinada hacia la derecha y la mirada baja. Tiene pestañas postizas y ojos de cristal. En sus mejillas cinco lágrimas de cristal, tres en la derecha y dos en la izquierda. La boca se muestra entreabierta dejando ver los dientes tallados. Lleva extendidas las manos hacia adelante, con el pañuelo en la derecha y el Santo Rosario de su advocación en la izquierda.
La Virgen es talla de José Paz Vélez en 1965, realizada en madera de pino de flandes y haya blanca. Fue restaurada por Pedro E. Manzano Beltrán en 2014.